lunes, 30 de septiembre de 2013

Mi primer cuento: "Óxido en las rosas"

Pequeño relato que  escribí a los catorce años de edad, mi primer cuento "serio" por así decirlo, mi primer pasito literario. 


Mil pintas color laurel están bajo sus pies descalzos. Se mueve lentamente, acaricia a los yuyos y levanta diamantes con cada pisada, mientras tararea una dulce nana. La melodía improvisada se desprende de sus pulposos labios escarlata, tan suaves, tan deliciosos, tan ajenos a mí.
Avanza, deja su delicada huella en el césped, envuelve a sus rosas con su hermosura y con agua.
Estoy sumamente inmóvil y en silencio, como debe ser, contemplándola. Soy un gato agazapado estudiando al cascabel.
Sus ojos tras ese flequillo cobrizo, son dos colibríes semejantes a la superficie de un manantial, chispeantes, buscan la paridad entre el verde y el azul. Sus pupilas se emborrachan con sus rosas. Levanta la cabeza admirando un cielo desnudo sin ninguna nube, el sol mismo se escondería por envidiar la luz de sus ojos, pero no tiene en donde hacerlo.
Una pequeña brisa mueve levemente sus cabellos ondulados cual rebaño de cabras de pelaje castaño escapándose del corral.
Una mezcla de sal y óxido en el aire, opacándo el espléndido aroma de sus flores. Mi sangre se escurre en mi piel y entre los tallos de las rosas. Mis brazos desnudos y parte de mi rostro están cubiertos de espinas, aunque por otro lado ya es costumbre y placer.
Sus dientes perlados y húmedos se reflejan en los rayos del sol, en las rosas, en mí.
Risita de grillo me perturba el pensamiento, sus pómulos son dos manzanitas maduras. Esas mejillas rojas y llenas de vida, llenas de rosa ¡Oh Dios mío si es que existes! Mira esas tiernas mejillas.
Gira y gira, alegremente, su falda blanca se alza, puedo por primera vez ver sus piernas perfectas talladas en mármol. Solo puedo oír mis pensamientos y mi respiración agitada.
 Sus pechos, sus curvas, cervatillos en pleno desarrollo, dunas del mismo desierto, perfumados con fragante olor de las rosas.
Camina, su cuello de cisne, una cumbre de trigo, estaba adornado con un rosario.
 Viene hacia aquí, a su rosal preferido, frunciendo su ceño de bronce.
Acelera mis latidos al máximo, hasta desaparecerlos; ahora suena como el zumbido de las abejas. Jamás la ví tan de cerca, sus labios son lisos, mojados, ciclón de frutillas, frutos rojos, se ven más carnosos desde esta distancia. Me pierdo en sus ojos, no hay duda de que detonan de azul bañado con aroma del mar. Ese vientre, dulce durazno, mis deseos se intensifican por el vaivén de su cintura.
Tengo su cara tan cerca de mí, como envidio a las rosas.
No lo resisto más. Me abalanzo hacia a ella, ahora predomina el olor a sangre, me he rasgado mas de la cuenta. La tiro en el pasto y se oye un ruido seco, al oírlo me detengo y no procedo a rasgar su blanca camisa. Simplemente la sacudo y le imploro que abra sus ojos.
El rojo de sus mejillas se desvanece, vuela la arena del desierto, al igual que el rojo de sus rosas. Pálidas, se deshojan poco a poco, se marchitan, mueren como ella. ¡La he matado dos veces!
Paloma de cristal hecha cenizas, sus alas, pétalos, ella, carbonizándose.
Mis lágrimas son el rocío de sus difuntas mejillas, y mi sangre ya no tiene valor.
Alzo mis inservibles manos en alto, las enfrento al sol. Ese rosal, mi escondite, su otro corazón.
 Las palmas de mi mano se aferran en las espinas, ese líquido rojo chorrea hasta llegar a la tierra. Oxido y sal. Sangre y lágrimas. Pasan las horas, me muero poco a poco, mis manos llenas de agujeros como mi estúpido corazón
Me desplomo junto a ella, mi única rosa, y con mis últimas fuerzas le doy un inocente beso. Ambos pálidos, sin vida, mejillas apagadas, muertos. Pero al menos sus rosas tienen color, viven, les dí vida, yo si, yo lo hice. Rojas, rojas ellas, blancos nosotros

Ellas rojas como una vez lo fueron las mejillas de su madre, pero con aroma a óxido y sal.








Texto: Camille Chico

8 comentarios:

  1. Qué bello, te felicito! Y tan sólo a los 14 añitos. Yo he leído textos míos de hace añares y aún se me pone la piel de pollo.
    Qué bonito el dibujo que hicieron de vos, y la música del blog. Salutines! :)

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    1. Gracias bella.
      Es cierto lo que decís, me pasa exactamente lo mismo, me recorre una ondita eléctrica por la espalda al leer mis primeros textos, ¿qué le estaría pasando por la cabeza a ese alguien, qué estaría pasando fuera de su cabeza?
      Ese pequeño dibujito fue echo por una amiga a distancia, a la cual aprecio mucho.
      Me alegra que te haya gustado mi blog, tanto como a mi me gustó el tuyo.

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  2. Wow con 14 años ya escribías así, que bien! me gusto mucho, te felicito.

    Saludos!

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    1. Gracias Bibix, me alegro que te haya gustado. El amor por la literatura estuvo y estará desde la cuna hasta el final♥

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  3. Felicitaciones, gran texto y gran capacidad de redacción y de contar cosas tenía a sus 14 años. Siga así va por buen camino, la sigo.

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    1. Continuaré hasta el final, ni lo dudes. Gracias por tus palabras, me sacaron una sonrisa :)

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