Mil pintas color laurel están
bajo sus pies descalzos. Se mueve lentamente, acaricia a los yuyos y levanta
diamantes con cada pisada, mientras tararea una dulce nana. La melodía
improvisada se desprende de sus pulposos labios escarlata, tan suaves, tan
deliciosos, tan ajenos a mí.
Avanza, deja su delicada huella
en el césped, envuelve a sus rosas con su hermosura y con agua.
Estoy sumamente inmóvil y en
silencio, como debe ser, contemplándola. Soy un gato agazapado estudiando al cascabel.
Sus ojos tras ese flequillo
cobrizo, son dos colibríes semejantes a la superficie de un manantial,
chispeantes, buscan la paridad entre el verde y el azul. Sus pupilas se
emborrachan con sus rosas. Levanta la cabeza admirando un cielo desnudo sin
ninguna nube, el sol mismo se escondería por envidiar la luz de sus ojos, pero
no tiene en donde hacerlo.
Una pequeña brisa mueve levemente
sus cabellos ondulados cual rebaño de cabras de pelaje castaño escapándose del
corral.
Una mezcla de sal y óxido en el
aire, opacándo el espléndido aroma de sus flores. Mi sangre se escurre en mi
piel y entre los tallos de las rosas. Mis brazos desnudos y parte de mi rostro
están cubiertos de espinas, aunque por otro lado ya es costumbre y placer.
Sus dientes perlados y húmedos se
reflejan en los rayos del sol, en las rosas, en mí.
Risita de grillo me perturba el
pensamiento, sus pómulos son dos manzanitas maduras. Esas mejillas rojas y
llenas de vida, llenas de rosa ¡Oh Dios mío si es que existes! Mira esas
tiernas mejillas.
Gira y gira, alegremente, su
falda blanca se alza, puedo por primera vez ver sus piernas perfectas talladas
en mármol. Solo puedo oír mis pensamientos y mi respiración agitada.
Sus pechos, sus curvas, cervatillos en pleno
desarrollo, dunas del mismo desierto, perfumados con fragante olor de las
rosas.
Camina, su cuello de cisne, una
cumbre de trigo, estaba adornado con un rosario.
Viene hacia aquí, a su rosal preferido,
frunciendo su ceño de bronce.
Acelera mis latidos al máximo,
hasta desaparecerlos; ahora suena como el zumbido de las abejas. Jamás la ví
tan de cerca, sus labios son lisos, mojados, ciclón de frutillas, frutos rojos,
se ven más carnosos desde esta distancia. Me pierdo en sus ojos, no hay duda de
que detonan de azul bañado con aroma del mar. Ese vientre, dulce durazno, mis
deseos se intensifican por el vaivén de su cintura.
Tengo su cara tan cerca de mí,
como envidio a las rosas.
No lo resisto más. Me abalanzo
hacia a ella, ahora predomina el olor a sangre, me he rasgado mas de la cuenta.
La tiro en el pasto y se oye un ruido seco, al oírlo me detengo y no procedo a
rasgar su blanca camisa. Simplemente la sacudo y le imploro que abra sus ojos.
El rojo de sus mejillas se
desvanece, vuela la arena del desierto, al igual que el rojo de sus rosas.
Pálidas, se deshojan poco a poco, se marchitan, mueren como ella. ¡La he matado
dos veces!
Paloma de cristal hecha cenizas,
sus alas, pétalos, ella, carbonizándose.
Mis lágrimas son el rocío de sus
difuntas mejillas, y mi sangre ya no tiene valor.
Alzo mis inservibles manos en
alto, las enfrento al sol. Ese rosal, mi escondite, su otro corazón.
Las palmas de mi mano se aferran en las
espinas, ese líquido rojo chorrea hasta llegar a la tierra. Oxido y sal. Sangre
y lágrimas. Pasan las horas, me muero poco a poco, mis manos llenas de agujeros
como mi estúpido corazón
Me desplomo junto a ella, mi
única rosa, y con mis últimas fuerzas le doy un inocente beso. Ambos pálidos,
sin vida, mejillas apagadas, muertos. Pero al menos sus rosas tienen color,
viven, les dí vida, yo si, yo lo hice. Rojas, rojas ellas, blancos nosotros
Ellas rojas como una vez lo
fueron las mejillas de su madre, pero con aroma a óxido y sal.
Texto: Camille Chico
Texto: Camille Chico
Qué bello, te felicito! Y tan sólo a los 14 añitos. Yo he leído textos míos de hace añares y aún se me pone la piel de pollo.
ResponderEliminarQué bonito el dibujo que hicieron de vos, y la música del blog. Salutines! :)
Gracias bella.
EliminarEs cierto lo que decís, me pasa exactamente lo mismo, me recorre una ondita eléctrica por la espalda al leer mis primeros textos, ¿qué le estaría pasando por la cabeza a ese alguien, qué estaría pasando fuera de su cabeza?
Ese pequeño dibujito fue echo por una amiga a distancia, a la cual aprecio mucho.
Me alegra que te haya gustado mi blog, tanto como a mi me gustó el tuyo.
♥
Wow con 14 años ya escribías así, que bien! me gusto mucho, te felicito.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias Bibix, me alegro que te haya gustado. El amor por la literatura estuvo y estará desde la cuna hasta el final♥
EliminarHermoso
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarFelicitaciones, gran texto y gran capacidad de redacción y de contar cosas tenía a sus 14 años. Siga así va por buen camino, la sigo.
ResponderEliminarContinuaré hasta el final, ni lo dudes. Gracias por tus palabras, me sacaron una sonrisa :)
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