Las manos se entrelazan, son listones cálidos y fríos, más
que antes, más que nunca.
Los brazos férreos de un alguien se rompen, el abrazo
perpetuo corrompe y se rompe. Meteoritos estrepitosos.
Es algo nuevo, son extensiones de piel que se desgranan y se desenvuelven. Son liras en sus manos, es el aliento de toro tras su nuca, son grandes escarabajos en su pubis, es papilla y miel seca en su boca, es piel de conejo en sus uñas, es el fin de un comienzo o el comienzo de un fin, es algo.
Es algo nuevo, son extensiones de piel que se desgranan y se desenvuelven. Son liras en sus manos, es el aliento de toro tras su nuca, son grandes escarabajos en su pubis, es papilla y miel seca en su boca, es piel de conejo en sus uñas, es el fin de un comienzo o el comienzo de un fin, es algo.
Córneas violetas, pupilas que se devoran el iris jacarandá y
lo destroza, estampidas monocromáticas. Quiere dar un paso, pero no la dejan.
El dedo gordo del pie tantea como un infante las partículas del aire, cuales
figuras de plástico, amorfas, anónimas; las quiere conocer, las quiere andar,
quiere metérselas en la boca, llenarlas de saliva hasta inundarlas, pero no
recuerda cómo.
- Quiero jugar…
- Quiero jugar…
Ignora. Se anima a poner un pie sobre la tierra, casi llora,
casi… Los cristales sabotean su carne hasta hacer moños carmesí de segunda, el
óxido deja círculos anaranjados y putrefactos, sale un líquido amarillento que
se impregna en su piel, la quema, siente el olor a carne y se le revuelve el
estómago. Algo filoso se hunde el en
dedo más chiquito, lo deja pendiendo de un hilo, lo embiste un toro y cae en
silencio el dedito gris.
Abejas mueren en su garganta, se deja caer y busca el dedo
con su boca desdibujada. Saborea la sal, el óxido, el cobre, todo se derrite en
su lengua. Cera caliente ambigua cae y
un caballo galopando la desparrama.
Un Hércules le retuerce las muñecas. Añil el puño hace una
sinfonía con sus huesos papiros, rojas las cuerdas entrelazan sus pestañas y se
las arrancan una por una, difunto aquel que dirige la orquesta agónica. Les
hace cosquillas con sus yemas microscópicas y hace piruetas correosas con sus
cordeles sucios. El Hércules queda boca arriba, tambaleándose en su mugre,
meciéndose como un tonto, en la mugre de
todos.
Quiere ahuyentar a los cuervos pero tiene miedo de las
palomas blancas. La mirada furtiva, oscura, se clava en esas pupilas dilatadas,
el negro se rellena de negro, cenizas de laurel, oscuridad total y nada más.
Ahora las manos son dos y tantean el espacio oxidado,
nuevamente experimenta el dolor, tan
nuevo para ella. Ciega, temerosa, curiosa. Las patas del Hércules, que aún
lucha por incorporarse, le raspan los brazos.
Toca los cuernos del toro, acaricia su cabeza con total
ingenuidad. En tanto él mastica su dedito gris,
tiene los ojos inyectados de sangre, se la lleva por delante, sumergido en un bravío humano fuera de su
compresión, atraviesa el concreto y la oscuridad, pateando la cabeza de un
buey, las figuras humanas, dejando todo lo que significó ser un toro.
El foco se balanceaba de un lado a otro, pero ella no lo
sabe. Sus coletas rubias desalineadas,
su vestido a cubos resquebrajado, una mano tocando la sangre de un de un niño
que tuvo suerte (podía imaginar, o tal
vez no, lamentos metálicos femeninos) y otra mano tocando….
- Muñeca…
- Muñeca…
Siento mi muñeca, su puntiaguda nariz, su trajecito con su
pequeño sombrero, los ojos exageradamente contorneados. La tomo y trato de
ponerme de pie, como puedo. Extraño mis zapatos de charol, con ellos no me daba
cuenta de cuán vil puede ser la tierra que uno pisa.
¡Muñeca, que afortunada eres al no sentir! Me duele… no debí
moverme de donde estaba. Mi pequeño dedo, pobrecillo… Al menos tu los tienes a
todos. O eso creo… Espero que papi no se moleste al verme incompleta.
¿Qué habrá ocurrido? ¿Qué eran esos ruidos? ¿Qué era ese
dolor que visitó al mundo? Si tan sólo pudiera quitarme esta tonta venda…
¿Dónde estará papá?
La pequeña
abrazó su muñeca, en medio de escombros y cuerpos. Llora porque no sabe, pero
no sabe que es feliz porque no sabe. No debe saber, todo es pesadilla, es pesadilla…
No lo es. Se acomoda las coletas rubias sin soltar a su muñeca. Se quiere
quitar la venda de sus ojos violáceos, pero algo la detiene…
- ¡Maya!
¡Maya!
- ¿Papá?
- ¡No,
Maya!
Sus ojos se
inundan de lágrimas, una sonrisa se dibuja en su rostro. Lastimado, cubierto de
polvo, con la ropa rasgada, pero vivo, abraza a su pequeña en medio de la
desolación y el aroma a muerte.
- Papá…
papá…
- Hija,
escúchame ¿Te has quitado la venda?
- No…
- ¿¡Estás
diciendo la verdad!?
- Sí papá,
es la verdad, lo juro…
Aliviado,
con una mueca de satisfacción en su rostro, toma en brazos a su hija y la
arropa sobre su pecho golpeado.
-
Escúchame, Maya… Quiero que duermas ¿sí? Duerme… Sigue durmiendo, no te
detengas en esta pesadilla, nada es real… Nada es real… Nada.
- ¿Dónde
está mamá?
- Ahora no,
hija mía, sigue soñando, que nada ha pasado aquí.
La pequeña Marie duerme como se lo ordena su
padre, ajena a la pesadilla pero dentro de ella, aún abraza a su muñeca. Él ve que le falta
su pequeño dedo gris y quiere arrancarse los pocos cabellos negros que le
quedan. Camina esquivando torsos y manos. Irónicamente ve un cuervo picoteando
los ojos de su esposa y una paloma blanca que observa el espectáculo mientras se come un laurel. Le lloran
lágrimas grises, las bebe. Las hormigas caminan alrededor de lo
acontecido, comen la carne de un arlequín.
Ya no se oyen bombas caer, ya no hay nada. Sólo Marie, Maya, Muñeca, Padre, Pablo… y un toro gris.
Ya no se oyen bombas caer, ya no hay nada. Sólo Marie, Maya, Muñeca, Padre, Pablo… y un toro gris.
Genial, Cami.
ResponderEliminar. ¡Gracias querido Mosca!
EliminarFABULOSO !!! un texto impecable, original , mágico. Excelentemente redactado. Perfecto, diría yo. Me he estremecido leyéndote . El Gabo te hubiera aplaudido. Esto es auténtico realismo mágico.
ResponderEliminarEl homenaje de mi admiración Camille.
"¿qué era ese dolor que visitó el mundo ?"...
..." le lloran lágrimas grises, las bebe "...
He gozado leyéndote.
Te dejo un puñado de besos de luz.
¡FELIZ DOMINGO !! :)
Sos la dulzura personificada.
EliminarMuchísimas gracias por la avalancha de elogios que me dejaste y que me sacaron una sonrisa♥
Bravo. Eres un valiente seudónimo de prince!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, colega.
ResponderEliminarVaya, qué inquietante. Me ha gustado.
ResponderEliminarGracias Lunita
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