Te hallo acurrucado entre la paz
de tus coloridas cobijas, ahora todo es quietud y tranquilidad y puedo
contemplarte en armonía, sin la necesidad de andar corriendo de acá para allá
siguiendo tu pasito ligero.
Cuando abres tus ojitos de luna,
tu cuerpecito de papel baila una coreografía sin desenlace, agitas tus bracitos
y miras al cielo como si quisieras tocar las esponjosas nubes que hay en él y
volar dando giros y giros.
Aplaudes como si quisieras
despertar a las estrellas que se esconden por allí. La gente observa como miras
atentamente la bóveda celeste. Te imitan, no ven lo que vos podes ver, no
entienden el porque de tu acto, se alejan ignorantes pensando que tienes alguna
enfermedad contagiosa o ahogan sus dudas preguntándome que te pasa a vos,
hermanito.
No te gusta jugar con los autitos
de juguete, ni te llama la atención andar en bici, ni estar con otros niñitos
de tu edad, prefieres estar solo y tomar las hojitas secas y las ramitas de los
árboles y hacerlas danzar en tus manitos de cristal.
Subir y bajar las escaleras
infinidades de veces, y también te gustan las cositas brillantes, como mis
aritos, collares y pulseras con las que ya no juegas, ya que me las has
perdido.
Cada vez que quiero acercarme
hacia vos, haces como si no estuviera allí presente, como si fuera invisible
como el aire. Siempre tuve curiosidad de saber como sería tu vocesita, despejar
esa incógnita que envuelve tus cuerdas vocales.
Estas encerrado en tu burbuja,
hermanito. Muchas personas vienen a verte presumiendo que tienen un alfiler
mágico capaz de explotar la burbujita en la cual te hallas prisionero.
No puedo escuchar tus "te
quiero mucho" o simplemente un "hola hermana ¿cómo estas?". Nos
las ingeniamos para inventar un nuevo idioma entre los dos, haciendo gestos con
la carita, señas con las manos o en algunos casos un par de grititos chillones.
Me gustaría que mi boca fuera una aguja para besar a esa pequeña burbuja,
hermanito.
Miremos juntos el cielo, un día llegaremos a
tocar las nubes.
Cada vez se esta achicando más
esa burbujita, pero realmente ya ni me importa porque me basta con estar con
vos, porque me iluminas con cada sonrisa que me regalas, porque te amo, porque
sos mi hermanito, mi hermanito burbuja.
Texto y Fotografía: Camille Chico.
Texto y Fotografía: Camille Chico.
Hola Camille, fue una grata sorpresa tu comentario en mi blog, vine a conocerte,
ResponderEliminareste post tuyo es muy tierno, ya sea real o no es una historia conmovedora, un abrazo!
Ah! Y muy bueno el saxo!
Gracias por tus palabras Cristi, vos me transmitís ternura a mi.
EliminarLa historia de este hombrecito que vale oro es real, traté de transmitir todo lo que siento con estas palabras, tenía quince años y ya tenía una noción más clara de lo que estaba pasando y por eso mismo escribí por amor a él.
♥
Conmovedor, precioso
ResponderEliminarMuchas gracias♥
EliminarMuy encantó, muy tierno Camille (^^)
ResponderEliminarTus fotos también son muy buenas!
Un beso
Gracias belleza, me alegro que te gusten
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